14 de octubre

14 de octubre

Hace ya un año que juntamos cinco mujeres en una sala. Una sala donde con mucho mimo se fraguaba algo especial. Una reunión en la que nuestro interés común por el activismo feminista confluiría en la creación de una nueva asociación. Aquel día salimos con algunas ideas claras sobre las bases de nuestro nuevo proyecto aunque aún sin nombre.

Nos llevó un tiempo decidirlo, cuánto más algunas otras cuestiones que ahora son básicas en nuestra entidad. Pero el esfuerzo, la sororidad y los objetivos comunes hicieron que poco tiempo después estuviéramos listas para empezar a luchar contra un sistema que nos oprime, nos humilla, nos viola y nos asesina.

En la foto aparecen las 5 socias fundadoras de la Asociación Mil Voces Violetas. No vamos a engañarnos, no es nuestra mejor foto. Aunque quizá sí fuese el momento en el que todas apostamos por lo mismo. Al final, eso es lo bonito del feminismo ¿no?  La unión de todas las mujeres, sentirte parte de algo tan grande que podría cambiar el curso de la humanidad. A veces creo que muchas de las cosas que hacemos no tienen importancia luego recuerdo que según la Teoría del Caos el simple aleteo de una mariposa podría desencadenar un huracán en el otro extremo del mundo y pienso en México con su revuelta contra un estado que viola y asesina, pienso en Argentina luchando contra leyes que nos ahogan, pienso en la sentencia contra la manada, pienso…y joder, estamos cambiando el mundo. Y yo, lo hago sosteniendo la mano de quien sostiene la mía. Sin importarme la raza, la clase o la identidad de género. Porque las bases del nuevo mundo deben construirse en la diversidad, la tolerancia y el respeto.

Desde aquí, toda la junta directiva y socias fundadoras de Mil Voces Violetas, queremos dar las gracias a todas aquellas personas que, de una u otra manera, han hecho posible la consecución de todas nuestras iniciativas. Gracias a los diferentes Ayuntamientos que este año han contado con nuestra colaboración, a las asociaciones que han confiado y apostado por nosotras y nuestro trabajo, a quienes intervienen de manera individual cada día pero sobre todo queremos dar las gracias a todas las personas que formáis parte de Mil Voces Violetas y que habéis estado en cada momento de manera voluntaria y sin otro interés que aprender y forjar las bases de una nueva sociedad, más igualitaria, más feminista.

Yo por ellas madre, ellas por mí. 

 


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